jueves, 23 de marzo de 2017

EL TIGRE




         ¡Tigre!¡Tigre!, reluciente incendio
         en las selvas de la noche,
         ¿Que mano inmortal u ojo
         Pudo trazar tu terrible simetría?
         ¿En qué lejanos abismos o cielos
         ardió el fuego de tus ojos?
         ¿Sobre qué alas se atreve a elevarse?
         ¿Qué mano se atrevió a tomar el fuego?
         ¿Y qué hombro, y qué arte
         pudo torcer el vigor de tu corazón?
         Y cuando tu corazón empezó a latir,
         ¿Qué espantosa mano? ¿Y qué espantosos pies?
         ¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
         ¿En qué horno estaba tu cerebro?
         ¿Qué yunque? ¿Qué espantoso puño?
         Osa abrazar sus mortales terrores?
         Cuando las estrellas tiraron sus lanzas
         y mojaron el cielo con sus lágrimas,
         ¿Sonrió al ver su obra?
         ¿Aquel que hizo al cordero, te hizo a tí?
         ¡Tigre! ¡Tigre!, reluciente incendio
         en las selvas de la noche,
         ¿Qué mano inmortal u ojo
         pudo trazar tu terrible simetría?  

             William Blake

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