sábado, 1 de abril de 2017

PROHIBIDO RENDIRSE

Este es el primer texto de algunos del día de la mujer. A su clase llegaron dos luchadoras que afrontaron con entereza las dificultades con que se encontraron en la vida. Pero Lucía de cuarto curso se revela una alumna aventajada: Este trabajo está lleno de madurez y mucha fuerza. Nuestros textos revelan como somos. No solo los escritos, también los orales.
Disfrutad.

LA MUJER
PROHIBIDO RENDIRSE

El día 10 de Marzo vinieron a visitarnos dos personas muy importantes, que se llaman: Elena y Mateklat.
Elena es una nadadora profesional que fue a muchos campeonatos de natación, también hizo carreras, montó en bici y haciendo todo eso se encontró de nuevo con sus amigos. Elena tiene una marca desde detrás de la oreja hasta el hombro más o menos, Elena entrena todos los días una hora o cuarenta y cinco minutos, pero aunque tenga poco tiempo. Ella aprovecha a tope el tiempo que tiene, sobre todo cuando la operaron y le tocaron un nervio. Entonces no podía nadar y le costaba mucho, pero ella seguía practicando aunque todos la miraban con cara rara. Y tanto se esforzó que consiguió hacer largos, y después de eso se propuso un reto muy peligroso, nadar alrededor de una montaña, pero siempre tenía que ser si estaba vigilada, si no, no se podía nadar. Después de casi cuatro horas nadando lo consiguió, porque para eso había estado practicando. Elena aparte de ser nadadora también era policía.
Mateklat se casó con el hombre equivocado y le dolió mucho. Mateklat nunca tenía hambre entonces engordó un poquito y empezó a hacer deporte e iba perdiendo peso, pero le seguía doliendo el corazón, por lo de su marido, así que se apunto a boxeo. Los primeros días le dio vergüenza porque estaba todo lleno de hombres y le miraban con cara rara, pero no le decían nada. Mateklat siempre iba con dos camisetas y sus leggings, porque no le gustaba ir con pantalones cortos y camiseta corta, porque ella respetaba que eso era un gimnasio de hombres. Mateklat les decía a los hombres que pelearan con ella, porque estaba allí para aprender. Y si no luchaban con ella, como iba a aprender a defenderse sola. Ella nunca ha competido en un campeonato de boxeo, porque no había querido luchar. Pero igualmente seguía practicando, porque eso es lo que quería hacer. Mateklat también entrenaba para luego en los combates poder quedarse en la esquina y darles consejos a sus compañeros.
Lo que más me ha interesado de lo que ha dicho Elena, ha sido cuando nos ha enseñado las fotos de su mayor reto. Que fue nadar alrededor de una montaña muy peligrosa, y que solo se podía hacer si estaba vigilada y al final lo consiguió.
Lo que más me ha interesado de lo que ha dicho Mateklat ha sido, cuando nos dijo que como no comía  engordó. Y que cuando empezó a hacer deporte iba perdiendo y perdiendo peso.
He llegado a la conclusión de que nunca hay que rendirse, siempre hay que luchar por lo que queremos.
                                                                                 
Lucía Viñas González      4ºA    

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