sábado, 15 de abril de 2017

ROBINSON CRUSOE

R
obinson Crusoe era un joven al que le gustaba hacer viajes y correr aventuras. En uno de esos hubo una terrible tempestad y el barco encalló en un banco de arena. Los marineros pensaron que el barco se iba a hundir, lanzaron un pequeño bote al mar y saltaron a el para salvarse.

Cuando se acercaban a la playa una fuerte ola les volcó el bote y todos cayeron al agua, Robinson nadó a la playa y se dio cuenta de que el era el único que se había salvado. Caminó mucho y comprobó que había llegado a una isla deshabitada, al parecer. Al día siguiente vio que los restos del barco estaban cerca de la playa y fue a rescatar todos los objetos útiles que pudiera encontrar.
Robinson buscó un lugar para construir una casa, tiempo después encontró animales a los cuales los pudo domesticar, tuvo que fabricar sus propios muebles coser su ropa y recolectar fruta silvestre.
Poco a poco se acostumbró a su nueva vida, pero se sentía muy solo. Un día encontró un papagayo al cual le enseñó a hablar, así pasó mucho tiempo y cierto día descubrió una huella humana en la arena de la playa y poco después vio a varios hombres, pero huyeron cuando Robinson intentó acercarse a ellos.
Sólo uno se quedó, se hicieron amigos y Robinson lo llamó Viernes, porque fue ese día en que lo conoció. ¡Después de 25 años, Robinson tuvo con quien hablar! Robinson siguió allí tres años más, hasta que lo rescataron.

Relato original por William Defoe

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