Érase una vez una niña que se llamaba Shara. Vivía muy feliz con su familia. Shara tenía doce años. Un día hubo una guerra y sus padres murieron. Shara cogió una maleta y metió todas sus cosas. Cogió su pasaporte y se fue andando. Cuando llegó al aeropuerto quería irse a vivir a España. Ella creía que iba a ir directamente a España; pero no, se quedó en una frontera. Allí le daban comida, ropa... Después de pasar allí cuatro meses, la mandaron a Granada capital. Como no podía vivir sola en una casa porque era menor de edad, la mandaron con una familia. Era una familia numerosa, la madre, llamada Marta, era cirujana. El padre, llamado Javier era profesor de Educación Física. Los hijos eran: Andrea de dieciocho años, Javier de doce años, Daniela de catorce años, Alex de dieciseis, Marta de diecinueve y ella. En total eran cinco hijos más ella seis más los padres ocho. Allí la acogieron muy bien. Shara se llevaba muy bien con toda la familia, pero con Javier era algo distinto. Tenían algo especial.
¡Claro como eran de la misma edad! Al día siguiente era el primer día de instituto para ella pero Javier le dijo que él se lo enseñaría. Shara pasó grandes años allí con ellos hasta cumplir los deiciocho años. Shara estudió la carrera de profesora. Se independizó y con el dinero del trabajo se compró una casa.
Al final Shara y Javier se casaron, Tuvieron hijos. Se hicieron abuelos y murieron juntos.
FIN
Cuento escrito por Ramiro, María, Daniela y Sara. 4ºB.
Febrero 2017
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